Los beneficios del reconocimiento

Expresiones como: “Da igual lo que hagas, nadie lo ve /Me esfuerzo tanto y total para qué/Haga lo que haga no me lo agradece nadie/No dan ganas de hacer cosas, total… nadie las valora”.

Me las encuentro con frecuencia en los procesos de coaching, sesiones de mentoring, consultoría de RRHH y en las diferentes jornadas formativas que realizo. Dejando muy latente la necesidad de “reconocimiento” por parte de las personas y los equipos.

Una necesidad cada vez más latente en las empresas 

Ahora el reconocimiento cada vez es una necesidad más latente en las empresas. Los directivos, responsables de departamentos, jefes de equipos, jefes de proyectos… ¡DESPERTAD!

En las organizaciones, hay equipos, departamentos y personas que tienen esta necesidad, que la sensación de ¿alguien ve lo que hago? Está muy presente y esto hace que se pregunten… ¿Tiene algún sentido lo que hago? ¿Vale la pena que me esfuerce?

A mi me gusta entender la motivación, como tener motivos para la acción. Con esta premisa, el reconocimiento es la base de la motivación.

Acción + Poner en valor = Reconocimiento

  • Empresas I organizaciones I equipos I proyectos: necesitan confianza como base de crecimiento.
  • Personas I colaboradores I trabajadores I empleados: necesitamos recibir reconocimiento.

Cuando olvidamos dar reconocimiento, solo estamos olvidando trabajar la base de la confianza, no pasa nada, podéis seguir así, si os va bien y no necesitáis mantener el equipo, ¡adelante!

Si queremos potenciar la confianza, el compromiso, la pertenencia trabajar en ofrecer reconocimiento por norma en la empresa, en el equipo y la base se irá construyendo con firmeza, con confianza. 


Generemos reconocimiento

  • Empieza por ti.
  • Chequéate semanalmente si has necesitado reconocimiento, si te hubiese gustado que te hubiesen reconocido algún esfuerzo, si te lo has reconocido tú y si has ofrecido reconocimiento a alguien del equipo.
  • Ofrece reconocimiento semanalmente a personas del equipo, del proyecto, del dpto. colaboradores. Pon en valor el esfuerzo, los logros, los aprendizajes y la implicación de las personas en el trabajo del día a día.

Desarrollemos el reconocimiento en las organizaciones para facilitar entornos de confianza, sentimiento de pertenencia, eficiencia y bienestar.

Desarrollemos el reconocimiento en las organizaciones para facilitar entornos de confianza, sentimiento de pertenencia, eficiencia y bienestar.

Es curioso como las personas necesitamos, buscamos el reconocimiento y casi siempre lo buscamos fuera; es aquí, donde estamos vendidos, es decir, dependemos de la generosidad de los demás. Cuando sientas el deseo de ser visto, poner en valor alguna tarea, la necesidad de que te reconozcan el trabajo realizado, etc… mi invitación siempre será que primero te lo reconozcas tu mismo. Es decir, que te mires y veas el trabajo que has realizado, el esfuerzo que te ha supuesto, los aprendizajes, los logros, los retos y entonces de manera muy generosa contigo mismo, ponte en valor, agradeceTE y reconoceTE aquello que necesita ser visto dentro de ti.

Luego, ¡celébralo! Sí, canta, baila, salta, abrázate en ese momento, no esperes a después, ¡celébralo ya! Qué tu cuerpo se entere, movilízalo, conecta con él y alinéate mente y cuerpo en uno. Esta fusión de energía, es la base para seguir trabajando. Sin esto, no tenemos la energía que necesitamos, que demanda el ritmo del mercado, de la inmediatez. Así que lejos de estar perdiendo el tiempo (por si se te pasa por la cabeza) estamos cargándonos de energía, para ofrecer nuestra mejor versión.

Ahora, te pregunto ¿si practicas este reconocimiento contigo, crees que te resultará difícil ofrecerlo a tu equipo o a tus colaboradores?

La principal razón por la que nos cuesta ofrecer reconocimiento, es porque no estamos habituados a dárnoslo a nosotros mismos. ¿Podemos dar a otros, algo que no tenemos?

  1.  Identifica cuando necesitas reconocimiento.
  2. Desarrolla el reconocimiento a ti mismo, ponte en valor, ¡celébralo!
  3. Estás listo para ofrecer y entrenar dar reconocimiento a los demás.

Dejar de normalizar para empezar a reconocer.

El gran enemigo del reconocimiento es la normalización, de hecho, lo normal es no rendir y tener la misma motivación cuando estoy acatarrada que cuando no lo estoy y no es así. Cuando estoy acatarrada me supone un esfuerzo adicional para poder rendir igual, si es que lo llego a conseguir.

Creemos que aunque nuestros padres o hijos están enfermos/ingresados nosotr@s vamos a tener la misma energía, misma concentración, creatividad… estas situaciones, nos suponen un esfuerzo extra a tod@s para mantener nuestro nivel de eficiencia. Por eso, poner en valor estos momentos, este esfuerzo y dejar de normalizarlo, es ver a la persona que hay detrás del colaborador o del empleado que hoy ha venido a su puesto de trabajo. Dejar de normalizar para empezar a reconocer. 

A nivel social casi hemos normalizado la guerra de Ucrania, ¿no te parece una barbaridad? Si nos centramos en lo que depende de nosotros, ¿Qué estas normalizando en tu organización y a partir de ahora quieres poner en valor y desarrollar el reconocimiento?

¿Trabajas activamente el reconocimiento en tu organización, equipo, departamento y/o sección?

Si quieres sumarte a empresas que valoran, cuidan y reconocen el talento puedes escribirme escucho@nekanelapuerta.es

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